viernes, 30 de octubre de 2009

Si tan sólo lloviera

Si tan sólo lloviera. Si tan sólo un arrollo se formara, repasaría la visión del agua que lleva y también trajo tierra. Si tan sólo lloviera le dejaría mi mente a las gotas sobre el agua. Si tan sólo lloviera llamaría a mi padre para decirle que está lloviendo como nunca antes ha visto; eso siempre vale para mi padre. Si tan sólo lloviera. Si tan sólo lloviera escucharía las risas y gritos ensordecidos por el agua en mis oídos. Si tan siquiera unas cuantas gotas nos quitaran la luz, como antes le pasaba al viejo transformador, la ausencia nos haría compartir un sentimiento. Si tan sólo lloviera mi madre nos prestaría sus historias y le pelearía a mi hermano la ventana para ver que se moja el patio. Si tan sólo lloviera recordaría esa canción y me preguntaría quién detendrá la lluvia. Si tan sólo lloviera me abandonaría al romanticismo del agua cayendo sobre la tierra caliente y el sopor que levanta una brizna pasajera. Si tan sólo lloviera tendría diecisiete años y Miriam quince o dieciséis. Si apenas asomara la lluvia tendría un pretexto para no salir de tu casa, es una pena que tus padres siempre estén trabajando. Si tan sólo lloviera tendría el deseo de ver terminada la lluvia y ver si nos ha dejado un regalo. Una hora de tormenta y me sentiría intranquilo, si tan sólo fuera una hora de tormenta. Si tan sólo lloviera me quedaría dormido y abandonaría lo que me queda de fuerza para soñar el millón de llamadas celestiales a los techos de lámina. Si tan sólo quisiera llover. Si el cielo pusiera unas cuantas gotas sobre esta tierra yo le pondría otras tantas a mi almohada.

Si tan sólo lloviera el agua lavaría ese horrible color gris que empaña el cielo… y ni pensaría en la lluvia.

IMHORNY en el proceso electoral de Chetumal, Quintana Roo

Han pasado meses desde que el Instituto Mexicano de Historia Ordinaria, Rarezas y Nociones Yertas (IMHORNY) extendió su última publicación...